Lo que comenzó como otra más de las sagas aspirantes a quitarle el puesto a Los Juegos del Hambre, poco a poco va haciéndose un hueco con nombre propio volviéndose cada vez más interesante y planteando historias dignas de ver en la gran pantalla.
La saga Divergente continúa con su segundo capítulo INSURGENTE, donde una Tris (cada vez más en la piel del Neo de Matrix) va asumiendo responsabilidades y planeando la forma de pararle los pies a una pérfida (aunque lo podría ser más) Kate Winslet.
La historia se saca de la manga una misteriosa caja que, como no podría ser de otra forma, guarda celosamente el secreto de algo que podría cambiar las reglas del juego para siempre. Todo ello se realiza de forma más que entretenida a base de pruebas y enchufada otra vez á la matrix, para acabar por todo lo alto con un climax más que resultón.
En resumen, mola ver a la Shailene Woodley ponerse machorra, repartir leña y caminar como si fuera la Ripley de Alien Resurrection, sorprende la incorporación de una irreconocible Naomi Watts que le da aún más caché a la película y se agradece ver a la siempre genial Octavia Spencer, aunque pinte poco. Los efectos son bastante apañados y según Wickie el 3D es bastante recomendable.
Por mi parte estoy preparado para la tercera parte y le tengo más ganas que a Los Juegos del Hambre, en especial tras su aburrido último film.
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